El deseo nocturno de no ser,
Acelera mis ansias de alcanzar la
eternidad.
Un paisaje de rosas y cartas sin leer,
Acompaña mis desvelos por la pena de no
saber;
No poder descubrir quien fue en verdad.
Un suspiro atraviesa mi alma,
Y en un murmullo lejano resuena mi muerte,
Aquella clamada por mi ángel
A mi amor indiferente.
Sombras blancas hoy persiguen
El anhelo del descanso permanente,
Oscura paz infinita.
Un dulce sopor endulza mis lágrimas,
Y un beso me aleja por un segundo del
abismo,
Pero comienzo a caer en cuanto recuerdo…
Que ese beso no guarda
Ningún sentimiento para mí,
El deseo nocturno de no ser,
Me recuerda lo que soy…
La víctima de un ángel que creó con sus
alas,
El infierno en el que vivo…
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